Ahorrar consumiendo, ¿existe tal cosa?

Muchas personas refieren que su manera de ahorrar en un país inflacionario como la Argentina es a través del acopio de aquellos productos menos perecederos como latas, harinas, productos de limpieza y aseo, y una larga lista de etcéteras. El argumento va más o menos así: -en este país no se puede ahorrar, yo lo que hago para ganarle a la inflación es comprar todo lo que puedo en estos productos, si total ya sé que el mes que viene van a estar más caros.

 

Existen infinidad de estrategias para “ahorrar consumiendo”. A continuación, te propongo que repasemos las más comunes:

 

  • Compras en mayoristas: dirigirse a comercios que venden por pack y/o mínimo de unidades, donde al comprar varios productos de una vez, el costo unitario se reduce considerablemente. Esta estrategia puede resultar especialmente útil para familias numerosas. Como consejo, comparar los precios de los que necesitamos con comercios minoristas para asegurarnos de que estaremos obteniendo el mejor precio.
  • Compras con tarjeta de crédito: la tarjeta de crédito puede ser una gran aliada en contextos inflacionarios. Para maximizar su uso conviene realizar la compra al día siguiente del cierre de la tarjeta. ¿Cómo saber qué día cierra la tarjeta? Buscar en el resumen o en el apartado de tarjetas del home-banking. Al monto de dicha compra colocarlo en un fondo común de inversión hasta el vencimiento de la tarjeta para generar intereses y esta es la manera de “ganarle a la inflación”, o al menos sacar un beneficio quizás sólo nominal y mitigar parcialmente el impacto de la inflación. Por ejemplo, supongamos que tu tarjeta cierra el 20 de cada mes y vence el 27. En ese caso deberías realizar la compra de almacenamiento al día siguiente, el 21 del mes en curso. De esta manera, al tener que pagar el 27 del siguiente mes, durante casi 40 días tendrás invertido el monto de la compra generando intereses.
  • Compra con tarjetas del supermercado: en lugar de tarjetas bancarias, los supermercados ofrecen sus tarjetas con beneficios al comprar. A veces esos descuentos pueden ser tentadores, aunque personalmente recomiendo tener precaución con esta estrategia por dos razones: por un lado, creo que tener más de dos tarjetas de crédito facilita el caos y el sobreconsumo, es mejor consolidar los gastos en pocos medios de pago. Y, por otro lado, si por la razón que sea no pagás el resumen a tiempo, los intereses de financiación de estas tarjetas suelen ser bastante más elevados que los de las tarjetas bancarias. Cada uno tiene su forma de gastar y si a vos te funciona utilizar este tipo de tarjetas, bienvenido sea, ya que lo aquí expuesto no es más que mi experiencia personal.
  • Aprovechar ofertas: si prendés la tele, quizás dependiendo de la época del año, nos bombardean las publicidades de 80% en la segunda unidad, 20% de descuento en productos seleccionados, o mes del 2×1. Recordemos que las publicidades están hechas por expertos en psicología para influir el comportamiento humano y fomentar el consumo. Estas ofertas logran que nos dirijamos a dichos comercios y nos terminemos tentando con cuanto producto aparece en las góndolas. Entonces, es importante ser consciente de estas tácticas y tener bien detallada la lista de productos sobre las que aprovecharemos estas ofertas y no salirnos de la lista, para evitar compras impulsivas. Asimismo, tener en cuenta que esas ofertas en muchas oportunidades son a costa de inicialmente subir precios, por lo que 80% en la 2da unidad no es necesariamente un 40% menos en cada unidad, sino un poco menos.

¿Entonces, es posible ahorrar consumiendo? Hay infinidad de productos esenciales que utilizamos a diario y pueden ser comprados con diferentes estrategias para que, ya que es indispensable comprarlos, podamos generar un ahorro al hacerlo. Siempre y cuando estas estrategias no te lleven a sobreconsumir ciertos productos. Por eso, seguramente lo más recomendable es hacerlo con aquellos productos que más consumimos y más rápido necesitamos reponer o, con aquellos de costo elevado. Está claro que si no tenés lugar para almacenar los productos, esta no será una estrategia posible. También hay que tener en claro el ritmo de consumo de lo que queramos acumular para que no quede guardado hasta su vencimiento y finalmente todo el esfuerzo haya sido en vano.

 

Los argentinos somos creativos para sobrevivir a un contexto de alta inflación que ya lleva muchos años, casi no recordamos lo que es manejar dinero sin la certeza de que todo costará más mañana. Por eso todas las estrategias son bienvenidas a la hora de aplacar el impacto de la inflación, con especial atención en que dichas tácticas no terminen haciéndonos gastar más de lo necesario.

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